La hipótesis de la tierra hueca
La hipótesis de la Tierra hueca sostiene que nuestro
planeta tiene una cavidad interior significativa y que en su interior hay un
mundo habitable con su propia atmósfera y fuentes de luz. Según esta teoría,
los polos de la Tierra son en realidad grandes aperturas que conducen a esta
región interna.
Se cree que esta teoría surgió en el siglo XVII y ha sido
promovida por varios escritores y exploradores a lo largo de la historia. Sin
embargo, las observaciones científicas y los datos recopilados en diversas
disciplinas contradicen fuertemente esta idea.
Las mediciones sísmicas y la exploración de la estructura
interna de la Tierra a través de técnicas como la tomografía sísmica han
proporcionado evidencia sólida de que el núcleo interno de nuestro planeta
consiste en un sólido núcleo de hierro y níquel, rodeado por un manto y una
corteza sólidos.
Además, las expediciones científicas al Polo Norte y al
Polo Sur han confirmado que no hay aperturas significativas en los polos, sino
que son regiones cubiertas de hielo y nieve. La exploración de la Antártida ha
revelado una corteza terrestre continua y no una entrada a un mundo interior.
La hipótesis de la Tierra hueca carece de evidencia. La
comunidad científica sostiene que la Tierra es un cuerpo sólido, compuesto por
una corteza, un manto y un núcleo interno, sin un mundo habitable en su
interior.